La Fuerza



    El Loco, victorioso y con los enemigos batidos, se siente arrogante, poderoso y hasta despiadado. Tiene una pasión dentro que apenas puede controlar. Y se cruza con una muchacha forcejando con un león. Corriendo para socorrerla, llega justo a tiempo para ver como ella suavemente, pero firme, ¡cierra la boca del león! Para decir la verdad, la bestia – que hace unos momentos parecía tan salvaje y violento, esta ahora totalmente obediente.

    Boquiabierto, el Loco la pregunta,

    - ¿Como lo hiciste?

    Acariciando el pelaje del león con una mano, dice,

    - ¡Poder mental! Cualquier bestia, igual lo salvaje que sea, se deja dominar por una voluntad superior.

                                                   

    En este instante, la mirada de la chica se cruza con la del Loco; Aunque sea inocente y joven, su mirada también es de conocimiento y muy poderoso.

    - Igualmente, - le dice,

    - hay muchos impulsos mezquinos dentro de nosotros. No es nece-seriamente malo tenerlos, pero si, dejar que nos controlen. Somos humanos, no bestias, y podemos controlar este tipo de energía, usarlo para fines mas nobles, y propósitos dignos.                                                                   

    Su ira se calmó. El Loco saluda educadamente con la cabeza y se aleja sabiendo que no solamente un león fue domado hoy por fuerza pura e inocente de una chica joven.


    El Carro <                                                                                          >El Ermitaño


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